Para empezar definamos que es el dolor menstrual, también conocido como dismenorrea, puede ser primaria (la mas frecuente). La cual consiste en dolor en forma de calambres en la zona de la pelvis y lumbar, persiste durante un día o dos, se va si tomamos un calmante y responde muy bien a los tratamientos naturales. La amenorrea secundaria, en cambio, es un dolor ardiente y punzante, que puede ocasionar vómitos o malestar estomacal y persiste por muchos dias, no se calma con ibuprofeno. Es causado por una afección subyacente como endometriosis.
Ahora bien vamos mas profundo, ¿que es el dolor?
El dolor es una experiencia sensorial y emocional desagradable que se asocia a una lesión real o potencial de los tejidos. Es decir tiene un componente objetivo y otro subjetivo o emocional.
En la experiencia del dolor los aspectos psicológicos influyen de forma positiva o negativa; esto significa que más allá de las sensaciones físicas objetivas, cómo percibimos el dolor afecta a la intensidad con la que vamos a sentirlo.
Aspectos psicológicos del dolor menstrual.
Aquí me referiré a los aspectos que pueden repercutir aumentando o disminuyendo el dolor.
Aspectos cognitivos: La percepción que tenemos de la menstruación. Si yo entiendo que la menstruación es molesta, desagradable y dolorsa. Probablemente cuando empiece a sentir malestar, mis pensamientos van a ser del tipo “que bajón la menstruación, ser mujer es un embole, cómo me gustaría no menstruar, no puedo hacer nada”. Asociamos el malestar y dolor a algo inherente al proceso de menstruar y entonces nos inmovilizamos, no buscamos herramientas ni indagamos en la causa del dolor porque para qué, si ya se que es es parte de menstruar.
Aspectos de tipo vicario: Es importante como refuerzan estas percepciones la forma en que nuestra familia nombraba y percibía la menstruación. Si mi madre y abuela también mencionaban el dolor o malestar como parte de la menstruación, refuerzo mi idea de que obviamente a mi también me da a doler.
Aspectos emocionales: La irritación, el estrés, la ansiedad producen una tensión muscular que puede aumentar ese dolor. Y aquí estamos ante un circulo vicioso porque si no tenemos control sobre ese dolor, esa falta de control de la situación nos genera mas irritación y ansiedad produciendo mas dolor.
Herramientas psicológicas para gestionar el dolor menstrual.
- Productos de gestión menstrual y representaciones sociales de la menstruación.
Debemos trabajar en primer lugar en las percepciones erróneas que traemos desde hace años y generaciones acerca de la menstruación. Estas percepciones tiene que ver con que la menstruación es un momento desagradable, sucio, doloroso y molesto. Es entendible porque los productos que usamos para gestionar la menstruación como tampones y toallas descartables traen consigo ese mensaje, ya lo vislumbramos en el concepto de “higiene menstrual”. Nos venden toallas con neutralizadores de olor, cuando en realidad lo que produce olor desagradable son los tóxicos presentes en toallitas y tampones descartables. Esos mismo tóxicos producen sangrados excesivos y picazón e irritación vulvar lo que retroalimenta la percepción negativa de la menstruación. Por si fuera poco, en la publicidades masivas de productos para la menstruación como analgésicos, protectores, toallitas y tampones refuerzan el tabú menstrual al ni siquiera mencionarla. Al llamarla por ejemplo “esos dias”. Y un montón de ideas nocivas que venimos consumiendo al respecto de la publicidad pero no me voy a explayar aqui en eso.
Entonces cuando usamos productos como la copa menstrual, bombachas menstruales y toallitas de tela, rompemos rápidamente el circulo visioso. Notamos que la menstruación no tiene olor, no genera picazón, con el tiempo el sangrado disminuye. Y ya deja de ser un momento incómodo.
Volviendo al tema del dolor si mi pensamiento cambia, ya dejare de tener esos reforzadores cognitivos negativos.
- Autoconocimiento como herramienta de control cognitivo del dolor.
Desde el ámbito de la psicología del dolor, se trabaja sobre dos componentes:
Componente cognitivo–evaluador , es decir, el pensamiento, anticipaciones y la predisposición de la persona ante el dolor y durante el dolor.
¿Que pasa si te digo que el dolor no es parte de la menstruación, que podes tener menstruaciones sin dolor y hasta placenteras? Te doy la oportunidad y alternativa de hacer algo con eso, de afrontar y accionar para sentirte mejor. Esto ya genera un cambio positivo en nuestra mente y autoestima porque podemos recuperar el control y poder sobre nuestro cuerpo. Desde Morgana compartimos mucha información acerca de las causas del dolor y los tratamientos naturales que se pueden implementarse. De hecho hay estudios y esta sumamente comprobada su eficacia.
Aquí se presenta una misma situación: el dolor y dos formas diferentes de afrontarlo.
1. Me duele, pienso que menstruar es necesariamente asi, me tomo una pastilla y ya, o peor me tomo una pastilla y quedo de cama malhumorada y frustrada porque no se pasa.
2. Me duele, entiendo que puede ser por una situación de estrés que viví, exceso de trabajo, o soy consciente que ingerí demasiadas harinas o azúcar. Que no pude prestar atención a mi alimentación. Elijo entre un montón de opciones que me ayuden a disminuir el dolor, la que me quede mas cómoda y me de mayor placer (el ibuprofeno puede estar incluido).
En el primer caso desencadeno irritabilidad, ansiedad, y aumento mi malestar o simplemente la inmovilización. Tomo algo y el mes que viene, se que me pasara lo mismo. Aquí no hay proceso de salud o movimiento alguno.
En el segundo caso solo cambia mi percepción y afrontamiento de la situación. Me siento capacitada y empoderada porque entiendo lo que me pasa y elijo a consciencia lo que creo mejor.
A pesar de la presencia del dolor, estoy ante un proceso de salud.
El segundo factor sobre el que trabaja la psicología del dolor es en el Componente subjetivo-emocional, identificando y gestionando las emociones que surgen ante el dolor, que pueden interferir manteniendo o agravando la sensación dolorosa.
En relación al dolor menstrual, juega un papel importante entender la naturaleza de la menstruación mas allá de su función fisiológica. Por un lado la baja abrupta de hormonas nos producen mayor sensibilidad e irritabilidad pero ese estado lejos de ser algo negativo nos obliga a repensar como estuvimos ese mes. Que cosas queremos cambiar o dejar atrás, que situaciones necesitamos llorar, en que momento nos descuidamos y ahora es momento de mimarnos, de descansar. Es un momento de mucha sensibilidad que podemos aprovechar para hacer una especie de reset y arrancar renovades el próximo ciclo. Es un corte necesario.
Entonces si mis emociones son de enojo o tristeza por ejemplo, en lugar de hacer oídos sordos y tomar una pastilla, me doy el espacio de escucha, me sentiré mejor y mi percepción del dolor disminuirá. Si por otra parte doy rienda suelta a ese enojo o me culpabilizo de sentirlo, porque no identifico que estoy en un momento de mayor sensibilidad puedo desembocar en problemas vinculares y mayor irritabilidad, ira o ansiedad lo que incrementara el dolor.
Por ultimo si estoy haciendo un tratamiento natural para reducir el dolor, o si gracias a cambios de hábitos logre que mi menstruaciones no duelan pero me toca una donde el dolor volvió, es importante manejar la frustración y sentimientos de culpa. Entendamos que la salud es un proceso dinámico con altibajos. Si esta menstruación dolió la próxima puede ser que no, tenemos muchas oportunidades. No nos demos tanta manija ni nos exijamos de mas. Esta también sera una forma positiva de afrontamiento.
Luna Gramigna
Psicóloga y activista menstrual.